Sheila Irais Peña, estudiante de doctorado de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explicó que la idea es encontrar un
método que no sea nocivo ni invasivo y que no lastime al animal.
lIrais afirma con este método no sólo se podría disminuir la población de
perros callejeros, sino también solucionar un problema de salud
pública. Se estima que todos los días, un perro sin hogar defeca 400
gramos y orina 800 mililitros..
Tan sólo en la ciudad de México, la población canina produce diariamente
media tonelada de materia fecal, lo que en suma al año 182
toneladas, lo cual deriva en contagios de enfermedades infecciosas,
gastrointestinales, dermatológicas y respiratorias.
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