Algunos pueden pensar que se debe a que quieren evitar marearse en el coche, otros dirán que es porque se sienten agobiados de estar encerrados o porque es divertidísimo que le dé el aire en la cara, sin embargo, hay una razón mucho más poderosa: su olfato. Un perro tiene entre 150 millones y 300 millones de células receptivas de olor. Los seres humanos tan solo 5 millones. Con esa brutal capacidad de olfatear es totalmente lógico que perciban el mundo diferente a nosotros. Mientras nosotros podemos disfrutar mucho más con la vista, el perro lo hace con el olfato, de ahí que no haya más placer que, al viajar en coche, sacar su trufa por la ventanilla y aspirar los innumerables aromas que rastrea durante el trayecto. ¡No hay nada que le guste más a un perro que oler! Por eso, en otros artículos, siempre he recalcado la importancia que tiene sacar a un perro a pasear fuera de su entorno rutinario: para que pueda oler otras cositas que lo que huele cada día. El coche se convierte así en el mejor instrumento para poder oler infinidad de aromas y tener una experiencia muy diferente a la habitual. Pero, esta acción entraña sus riesgos. No olvides nunca que debes cumplir con unas medidas de seguridad mínimas. Si quieres dejar a tu perro asomarse a la ventanilla del coche es fundamental e imprescindible que éste vaya con su cinturón de seguridad abrochado al arnés, de forma que ante cualquier colisión o accidente, el perro sufra las menores lesiones posibles. Tampoco debes olvidar que si se asoma demasiado puede impactar con algún objeto o incluso desmayarse si vas a demasiada velocidad y tu perro no gestiona bien la entrada de aire. Así que ya sabes: cuando viajes con tu perro en coche no olvides bajar la ventanilla y asegurar a tu perro en el sillón para que disfrute de uno de sus mayores placeres. www.jaimedario.com |
miércoles, 24 de agosto de 2016
¿Por qué a los perros les encanta sacar la cabeza por la ventanilla del carro ?
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